jueves, 1 de diciembre de 2011

catorcedejuliodeldosmilonce

Sí, hoy es el día, llevo demasiado tiempo esperando este día, y te preguntarás ¿qué tiene de especial un catorce de noviembre de 2011? Pues para mí es especial porque hace exactamente cuatro meses estábamos juntos, sí, ya han pasado cuatro meses desde aquel día. 
Contigo llegué a ser la persona más feliz que podía existir en este maldito mundo, me pasaba todo el día riendo, lloraba de felicidad, llegué a sentir esa sensación de tener todo lo que quieres y que por una vez la vida te sonríe y te permite ser plenamente feliz. Parecía que todo salía a pedir de boca y que eso nunca fuera a terminar.
Pero como cualquier otra historia, todo acabó, se fue a la mierda todo, esos abrazos, esos besos, esas sonrisas, TODO. Desde entonces, han ocurrido muchas cosas, me he pasado horas y horas, incluso tardes enteras llorando, días si salir de casa por miedo a encontrarte y ponerme peor, noches sin dormir, y tú ¿qué hacías mientras tanto? Tú salías, te divertías, disfrutabas con tus amigos y lo peor de todo, conocías a otras chicas y te enamorabas de ellas. Vale, quizás esto último no debería importarme demasiado, al fin y al cabo, tú eres libre de hacer con tu vida lo que te dé la gana, eres libre de estar un día con una y al día siguiente con otra, de acostarte a las horas que de té la gana, liarte con quien quieras, pero no te puedes llegar a imaginar el daño que me haces con todas esas cosas que tú haces inconscientemente.
Porque aunque no quiera sufrir por todo esto , no quiera mirar atrás, ni esperarte ni levantarme todas las mañanas y pensar en todo esto, es inevitable, porque tengo sentimientos . Más me gustaría a mí ser una persona fría, de esas que no tienen sentimientos, ser muy superficial, no demostrar ni una pizca de cariño , no tener que decirle te quiero a nadie y que tu estado de ánimo no dependiese de ninguna persona ; porque yo soy una persona demasiado ilusa, si me ves, puede que parezca que soy feliz, me paso el día riéndo y con una sonrisa en la cara, que parece que no me importe nada y que tenga soluciones para todo , pero solamente las personas que verdaderamente me conocen saben que no soy así, que todo eso es una máscara que me pongo todas las mañanas para que la gente no vea lo que realmente hay detrás de ella. Esa máscara esconde dolor, mucho dolor , poca esperanza, noches muy largas de lágrimas, de acurrucarme en la cama y no querer salir de ahí hasta que todo acabe, y sobre todo sonrisas fingidas. 
Pero al fin y al cabo, una no elige sus sentimientos. 
Quizá suene contradictorio, pero me basta con que comprendas que ninguna te va a querer como lo hago yo y que me vas a tener siempre ahí cuando lo necesites.

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