jueves, 24 de mayo de 2012


-¿De verdad que le quieres?
-No, yo no quiero, le amo.
-¿Y cómo estás tan segura de que le amas?
-Pues porque me paso el día pensando en él, cuando me toca, el corazón se me acelera hasta llegar a ir a mil por hora, si me habla siempre consigue sacarme una sonrisa, si mi móvil suena, no tardo ni medio segundo en mirar por si es él. Porque si me besa, consigue que llegue a volar, y si me dice que me ama, me hace la chica más feliz del mundo.  Porque cuando  estoy con él es como si el reloj se detuviese y no hubiese nada más en el mundo que no sea él. Y porque me encanta cuando llega con esa sonrisa, como si todo fuera posible…

miércoles, 16 de mayo de 2012

“A ver chispitas, que sé que piensas que soy un imbécil, y bueno, la verdad es que ahora mismo me siento bastante idiota y,vale que nos hemos dicho cosas chungas, que somos diferentes y nos peleamos y a veces no nos aguantamos, pero en el fondo, ¿sabes lo que pasa? Que me cuesta mucho decirte que conocerte, encontrarme contigo, me cambió la vida y ¿sabes lo que me cuesta aún más decirte? Que me la cambió para mejor, vaya.Yo siempre había estado solo, nunca había tenido a nadie y pensaba que me iba a quedar así para siempre. Pero ahora no. ¿Sabes que me cuesta aún más decirte? Que esa cosa que te pasa, lo de los calambres ya sabes, ¡qué me da igual! que quiero estar a tu lado. Aunque no pueda tocarte en la vida, yo quiero seguir ahí a tu lado, de riña, no sabiendo decirte las cosas, sacándote de quicio.Toda una vida, solo si tú quieres.”

lunes, 7 de mayo de 2012


Sí, él tenía defectos, pero ¿qué importa eso cuando se trata de asuntos del corazón? Amamos lo que amamos. La razón no entra en juego. En muchos aspectos, el amor más insensato es el amor más verdadero. Cualquiera puede querer algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse un penique en un bolsillo. Pero querer algo a pesar del algo es otra cosa. Conocer los defectos y quererlos también. Eso es inusual, puro y perfecto. 

martes, 1 de mayo de 2012


No quiero ni soy la más perfecta, ni la más guapa ni la más graciosa. Tampoco quiero tener el pelo más largo y bonito ni la sonrisa más espectacular. No quiero ser millonaria ni poder comprarme toda la ropa del mundo cuando y donde quiera. No quiero nada de eso y mucho menos ser la mejor. Tan sólo quiero equivocarme millones de veces y caer para que luego vengas tú y me levantes. Me gusta que me quieras con mis infinitos defectos, mis chorradas y mis estúpidas y constantes rayadas. Pero sinceramente, lo que más me gusta es que me digas que me quieres, con eso me sobra para ser feliz, bueno, y con tu sonrisa.

Que soy toda suya cuando nos encontramos a dos centímetros, frente a frente, que no podría hacerme sentir mejor, que ha quedado demostrado que una vez más valió la pena perder para ganar.