lunes, 28 de abril de 2014

"Cuando estés entre dos personas, elige la segunda, porque si realmente te gustara la primera no hubiera habido una segunda." Y así ha sido nuestra historia, siempre diciendo que la amabas mientras yo, en segundo plano pero siempre presente, sin hacerme notar, pues de eso, ya te encargabas tú.
Cinco meses llenos de momentos juntos, mañanas de fútbol plagadas de sonrisas y miradas, de abrazos; tardes de verano con risas interminables, e incluso días enteros en los que te he visto disfrutar, reír y dormir con susurros en el oído incluídos. Sin embargo nada de eso te ha condicionado, seguiste con tu juego a dos bandas sin tener en cuenta que esto es cosa de dos corazones, el tuyo generoso y feliz y el mío, cansado de tanto sufrimiento. Así pues, este último decidió abandonar la partida, "game over", todo se acaba, o eso creía: su sonrisa acompañada de dos besos, las miradas, las indirectas permanecieron, se echaban de menos, echaban de menos lo que fueron y vivieron a escondidas, evitando ser descubiertos, "y es que a veces los mejores momentos de la vida son los que no puedes contarle a nadie"

viernes, 24 de enero de 2014

"Aparece como la luna llena en una noche feliz, sinuosa cintura con formas de mágico poder, ojos cuya mirada conquista la humanidad, y el rubor de sus mejillas refleja su luz. Sus caderas envueltas por el pelo azabache. Preveníos de los rizos que engañan cual serpiente. Sus formas son suaves como la seda y su corazón pura roca bajo la superficie elude nuestra mirada. Mientras viva jamás cesaré de culparme por el pasado, y desde los flecos de las cortinas del ojo, dispara fogonazos a distancia…”

martes, 21 de enero de 2014




"Es justamente la posibilidad de realizar un sueño, lo que hace que la vida sea interesante."

"Cuando sepas de mí"

Cuando sepas de mí, tú disimula. No les cuentes que me conociste, ni que estuvimos juntos, no les expliques lo que yo fui para ti, ni lo que habríamos sido de no ser por los dos. Primero, porque jamás te creerían. Pensarán que exageras, que se te fue la mano con la medicación, que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto. Te tomarán por loca, se reirán de tu pena y te empujarán a seguir, que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar.
Cuando sepas de mí, tú calla y sonríe, jamás preguntes qué tal. Si me fue mal, ya se ocuparán de que te llegue. Y con todo lujo de detalles. Ya verás. Poco a poco, irán naufragando restos de mi historia contra la orilla de tu nueva vida, pedazos de recuerdos varados en la única playa del mundo sobre la que ya nunca más saldrá el sol. Y si me fue bien, tampoco tardarás mucho en enterarte, no te preocupes. Intentarán ensombrecer tu alegría echando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas, y no dudarán en arrojártelo a quemarropa. Pero de nuevo te vendrá todo como a destiempo, inconexo y mal.
Qué sabrán ellos de tu alegría. Yo, que la he tenido entre mis manos y que la pude tutear como quien tutea a la felicidad, quizás. Pero ellos... nah.
A lo que iba.
Nadie puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mí. Nadie puede ni debe, hazme caso. Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta, por ser incapaz de despejarla hasta el final. Sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación. Sentirás un qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentirás que algo entre nosotros continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo tan grande como el vacío que dejamos al volver a ser dos. Un algo tan pequeño como el espacio que un sí le acaba siempre cediendo a un no.
Pero tú aguanta. Resiste. Hazte el favor. Háznoslo a los dos. Que no se te note. Que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal.
Eso sí, cuando sepas de mí, intenta no dar portazo a mis recuerdos. Piensa que llevarán días, meses o puede que incluso años vagando y mendigando por ahí, abrazándose a cualquier excusa para poder pronunciarse, a la espera de que alguien los acogiese, los escuchase y les diese calor. Son aquellos recuerdos que fabricamos juntos, con las mismas manos con las que construimos un futuro que jamás fue, son esas anécdotas estúpidas que sólo nos hacen gracia a ti y a mí, escritas en un idioma que ya nadie practica, otra lengua muerta a manos de un paladar exquisito.
Dales cobijo. Préstales algo, cualquier cosa, aunque sólo sea tu atención.
Porque si algún día sabes de mí, eso significará muchas cosas. La primera, que por mucho que lo intenté, no me pude ir tan lejos de ti como yo quería. La segunda, que por mucho que lo deseaste, tú tampoco pudiste quedarte tan cerca de donde alguna vez fuimos feliz. Sí, feliz. La tercera, que tu mundo y el mío siguen con pronóstico estable dentro de la gravedad. Y la cuarta, -por hacer la lista finita-, que cualquier resta es en realidad una suma disfrazada de cero, una vuelta a cualquier sitio menos al lugar del que se partió.
Nada de todo esto debería turbar ni alterar tu existencia el día que sepas de mí. Nada de todo esto debería dejarte mal. Piensa que tú y yo pudimos con todo. Piensa que todo se pudo y todo se tuvo, hasta el final.
A partir de ahora, tú tranquila, que yo estaré bien. Me conformo con que algún día sepas de mí, me conformo con que alguien vuelva a morderte de alegría, me basta con saber que algún día mi nombre volverá a rozar tus oídos y a entornar tus labios. Esos que ahora abres ante cualquiera que cuente cosas sobre mí.
Por eso, cuando sepas de mí, no seas tonta y disimula.
Haz ver que me olvidas.
Y me acabarás olvidando.
De verdad.
                                                          Risto Mejide       

domingo, 5 de enero de 2014

"Un día en Suburbia"

"Una ciudad que nos atrapa. Un amigo que traiciona. Una puerta que se abre. Una ventana en la que nadie asoma. Una caricia en la mañana. Una pasión. Una rabia como símbolo de acción de una generación. Una luz que ilumina. Una canción que me anima. Una lágrima que cae y que limpia una vida herida. Una calle colapsada. Un amor que no se acaba. Un político que mira hacia otro lado y no hace nada. Un respeto que se gana. Una inocencia que se pierde. Un corazón que se acelera cuando un enemigo vuelve. Un policía que me insulta. Un lugar lejos de aquí. Un sentimiento que se oculta por miedo a que dirán de mi. Una familia que se abraza. Un hermano de otra raza. Un jefe que sonríe. Un consejo que sin mas rechazas. Un atajo. Un lujo que me distrae. Una calma que me arropa si el sol cae. Un olor que trae recuerdos. Una chica que no sabe que la observo. Un álbum de fotos roto pero que aun conservo. Una libertad que huye. Un micro que me comprende. Una venganza justa. Un secreto que se vende. Una historia sin comprender. Un cuerpo de mujer. Un beso distante. Un instante de placer. Un ayer que ya no existe y un mundo que nos repudia. Un día en Suburbia. Y a los que quiero les digo que aguanten, no desfallezcan , que nuestros días de gloria se acercan. Que solo quien lo merezca será libre. Va por vosotros mis hermanos de otra madre, seremos indestructibles. Escupir vuestra rabia aunque no digan si esta bien o mal, sacar lo que os pudre gladiadores sin puñal.Por todos los que me sienten y me aceptan como soy.Un tiempo difícil. Un silencio que relaja. Un hombre que no se rinde. Un simple perro de paja. Una distancia que se asume. Un porro que me consume. Una noche. Una plaza. Una botella que nos une. Una rima que se escapa. Un sueño por conseguir. Un horario que encarcela .Un hombre que no quiere oír. Una madre que me espera. Un acto de bondad. Un crimen. Un rap que resucita cuando el resto me deprime. Un te quiero, un hasta luego, y un ¿por qué?. Una suerte que me ampara porque yo me la busqué. Un billete que sale de mi bolsillo. Un vacío. Un barrio que me recuerda donde están los míos. Un pecado sin remordimientos. Un juguete que aun divierte. Un solo camino. Una vida, una muerte. Un paso firme sobre un charco. Un retrato sin un marco. Una página que sigue en blanco. Un canto. Un parto. Un salto. Un llanto. Una gota de sangre secándose en el asfalto. Un árbol que llora hojas secas. Una estatua que se pudre. Un cielo que nunca veo porque el humo lo recubre. Un regalo que agradezco. Un arte que me hace temblar. Un mar que siempre escucha cuando quiero hablar. Un hogar donde descanso. Un lugar de odio y de furia. Un día en Suburbia. "